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Las finanzas públicas del país de las barras y las estrellas se encuentran en una trayectoria insostenible así lo indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo estima que la deuda federal estadounidense podría incrementarse desde un 62 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el ejercicio fiscal 2010 hasta un 90 por ciento para el ejercicio correspondiente al 2030.
Factores implícitos
De acuerdo con el FMI, A partir de entonces, algunos de los factores que contribuyen a las cifras estimadas son el envejecimiento poblacional y el rápido crecimiento de los costos de salud; en términos de deuda pública, se prevé que la crisis financiera cause una pérdida permanente de producto y de ingresos presupuestarios, provocando que la deuda federal sea del 95 por ciento del PIB; este posible escenario incluso se aproximaría a los niveles de deuda tras la Segunda Guerra Mundial.
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De pasar esto, indudablemente se ejercería una presión alcista sobre las tasas de interés tanto en Estados Unidos como en el mundo.
Las medidas de Obama no son suficientes
Recordemos que el 13 de abril del año en curso, Barack Obama presentó su propuesta para reducir el déficit al 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015, y a 2 por ciento para finales del 2010; asimismo, propuso la extinción de los beneficios tributarios para los estadounidenses más adinerados.
Según el FMI, dichas medidas no son suficientes para resolver las presiones presupuestarias fundamentales de largo plazo, resaltando que existe un gasto obligatorio en salud, pensiones y otros rubros que representan, según el organismo, una mayor proporción del presupuesto.
Para el presente año, los indicadores del FMI prevén un déficit fiscal de 10.5 por ciento al término de 2011, considerado el nivel más alto entre las principales economías avanzadas; en tanto, la deuda bruta del gobierno general superará el 110 por ciento del PIB en el 2016 de continuar las cosas así.
