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No son pocas las personas que utilizan las tarjetas de crédito como herramienta de financiación de pago aplazado. Esta es una funcionalidad de las tarjetas que, aunque puede ser útil, no resulta barata en absoluto, de hecho, es cara. Sin embargo, llegado el momento, podemos tener la duda de si es mejor amortizar o pagar de golpe toda la deuda de la tarjeta.
Imaginemos un escenario en el que alguien le queda pendiente una deuda de 12 meses, con cuotas mensuales en la que se está aplicando unos intereses en torno al 17% (nada infrecuentes para este tipo de aplazamientos)
La importancia de la amortización
Ahora pensemos que esta misma persona tiene una entrada de dinero (o ahorro) de cierta cantidad que le permitiría amortizar íntegramente la deuda de la tarjeta.
Es un escenario complejo, teóricamente podemos seguir manteniendo la tarjeta de crédito con sus cuotas mensuales mientras intentamos rentabilizar el dinero y obtener un beneficio a cambio. Obviamente no hablamos de utilizarlo para consumo sino para obtener rendimiento.
Pues, aunque probablemente haya todo tipo de opiniones y todo tipo de razonamientos la pregunta que nos deberíamos hacer es si existe algún tipo de inversión no exenta de perder el dinero que vamos a colocar que nos permita obtener de manera proporcional los mismos intereses de los que nos libera haríamos con el pago de la tarjeta.
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Y la respuesta es que probablemente no. Pensemos que, en un aplazamiento con este tipo de intereses, la aplicación es progresiva y se paga más de lo que podría suponer un 17% lineal, aquí también habrá que sumar todo lo que componen la TAE, los gastos, comisiones, y, obviamente todo ello sin tener ningún tipo de aplicación de comisión de demora.
Pero, aunque fuera un 17% anual lineal, es decir un 17% nominal, realmente hoy en día pocas inversiones vamos a poder encontrar que ofrezcan, sin riesgo, es el rendimiento anual, de hecho, ninguna.
Por qué es una buena idea amortizar para ahorrar
Puede parecer un poco reflexión simple, pero realmente es importante hacerla. Obviamente ahorrar e invertir es una buena idea. De hecho, nuestra economía debería tender siempre a buscar opciones de ahorro en primer lugar, y combinar el ahorro con la inversión activa, pero las deudas y los costes de las deudas, sobre todo las financieras, son un problema, son un peligro y son un gasto que siempre debe estar presente.
Si somos capaces de visualizar la eliminación de esta aplicación de intereses y lo entendemos como beneficio ya que no se acumularán, probablemente podamos entender que efectivamente una amortización anticipada de la deuda una tarjeta de crédito no es una mala idea en absoluto.
Como de costumbre en finanzas, no hay dogmas de fe, es decir puede ser que existan otras opciones, otras herramientas de otros modelos para gestionar esta situación, pero, lo que sí se puede afirmar con rotundidad, este es que la amortización siempre se debe contemplar como una opción a tener en cuenta.
